La letra de la creatividad

Decir que esto es un blog personal sería incorrecto. Calificarlo como iniciativa podría ser más adecuado, aunque tampoco se antoja como la definición idónea.

Quizás lo más certero sea decir que es la materialización de una reflexión. O de varias.

Por un lado, la reflexión de que la era del trabajo industrial ha terminado. Las cadenas de montaje, los horarios fijos y las estructuras corporativas tal y como las conocemos hoy van a ser pronto piezas de museo. Se abre la etapa de la comercialización del talento. Las tareas que no lo requieran serán en gran medida automatizadas. La relación entre individuos y empresas cambiará drásticamente. Emerge la flexibilidad, dejando atrás la rigidez de las estructuras megacorporativas. La aportación más valiosa de las personas serán las ideas, y estas surgirán en el metro, en el autobús o en la propia casa. La persona no volverá a ser poco más que el eslabón de una cadena de montaje industrial. Y es que las ideas no se planifican.

Y por otro lado, una segunda reflexión. En este caso, sobre las diferencias culturales de los países anglosajones y centroeuropeos con los países latinos y mediterráneos. Algo tan en boga durante los últimos tiempos, y que tan magistralmente fue retratado en la recomendable y divertida película Bienvenidos al Sur. Por un lado, el norte. Inglaterra, Alemania, Holanda. Lo disciplinado, lo metódico, lo exacto. Por otro, el sur. Entre otras, y con respetable solera, España. Lo indisciplinado, lo impulsivo, lo pasional.

Si cruzamos ambas reflexiones, surgen interesantes conclusiones. En primer lugar, el hecho objetivo de que el norte ha sabido navegar mucho mejor que el sur en esas aguas de la pasada era industrial. Es lógico.Su mentalidad está en sintonía con las esencia de esa estructura industrial. Y se han adaptado mejor porque, en gran medida, ellos son los que lo han diseñado. Los latinos en general, y los españoles en particular, sin embargo, hemos sobrevivido como buenamente hemos podido. Eso de llegar puntuales al trabajo no iba mucho con nosotros. Tampoco la germánica disciplina. Los procedimientos nos parecían aburridos manuales con poco margen a la autorrealización. En definitiva, hemos estado jugando fuera de casa. Y eso, en el trabajo como en el deporte, se nota.

Pero la noticia buena es que ese partido ya ha terminado. Toca jugar la vuelta. Y se juega en nuestra casa. Cerca del Mediterráneo.

Todas esas cosas que nos aburren dejan de ser importantes. Pasan a un segundo plano. Lo importante ahora es el talento. La fe en las ideas de uno mismo. El empuje. La pasión en lo que se emprende. La creatividad.


Permitidme una bravuconada: alemanes, ingleses, holandeses, acéptenlo. Es nuestro turno.

¿Y que tiene que ver todo esto con este blog? Pues sencillamente que con él pretendo ir constatando el florecimiento de esa creatividad en España, registrando aquellas iniciativas que sin duda irán surgiendo en la piel de toro y que estén avaladas por la pasión, el empuje, el atrevimiento y la fe del carácter hispano y latino.

Las primeras entradas del blog van a ser más descriptivas que expositivas. En la próxima entrada se explicará, por ejemplo, la estructura que va a seguirse.

¡En breve tendréis más noticias sobre esta particular singladura!